Carta de objetivos de Trump del 6 de enero enviada por Jack Smith

Dec 05, 2023

El expresidente dice que espera ser acusado nuevamente por el Departamento de Justicia, esta vez por cargos relacionados con el 6 de enero.

Aunque a Donald Trump a veces se le ha llamado “Don Teflón” –una etiqueta que conecta no sólo con su propio nombre sino con su modus operandi– la verdad no es que haya escapado a las consecuencias de todo, sólo de su comportamiento más atroz. Ha perdido casos de difamación, su empresa fue acusada de evasión fiscal y ha sido acusado de delitos comerciales bizantinos. Pero sus mayores pecados, especialmente intentar robar las elecciones presidenciales de 2020, han quedado impunes.

Ese patrón podría romperse pronto. Trump emitió un comunicado esta mañana diciendo que recibió una “carta de objetivo” del fiscal especial Jack Smith del Departamento de Justicia el domingo por la noche. Dijo que Smith le dio cuatro días para presentarse ante un gran jurado que investiga los intentos de Trump de subvertir las elecciones de 2020 y los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Estas cartas suelen ser el preludio de una acusación.

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Trump no es la fuente más confiable. Es un mentiroso empedernido y en marzo afirmó incorrectamente que su arresto en un caso en Nueva York era inminente; resultó que fue arrestado, pero no hasta algún tiempo después. Sin embargo, algunos medios han confirmado con otras fuentes que Trump recibió la carta, y la noticia encaja con lo que ya se sabía sobre la investigación de Smith.

Si es razonable suponer que es probable que Trump sea acusado de delitos relacionados con el 6 de enero, eso aún deja grandes interrogantes. El más importante de ellos es qué delitos podrían ser esos. Las posibilidades que se rumorean incluyen violaciones de recaudación de fondos, el viejo caballo de batalla fiscal del fraude electrónico e incluso insurrección, un cargo extremadamente raro, pero que el comité de la Cámara de Representantes que investigó el 6 de enero remitió al Departamento de Justicia.

Smith podría optar por presentar un caso amplio contra muchos participantes en el golpe de papeleo, lo que sería un caso más complicado pero probablemente generaría condenas, o podría centrarse más específicamente en Trump o en un pequeño grupo de asesores, lo que podría ser un Un caso más sencillo pero que sería aún más incendiario desde el punto de vista político.

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Trump se encuentra en problemas legales en jurisdicciones de todo el país, tantos que sus abogados los citaron la semana pasada cuando solicitaron un retraso de un juicio en un tribunal federal por el mal manejo de documentos clasificados. (Smith acusó a Trump en ese caso el mes pasado). En Manhattan, el expresidente enfrenta cargos centrados en pagos para mantener su silencio a un actor de películas para adultos que dijo que tuvo una relación sexual con él. Se espera que el fiscal de distrito del condado de Fulton, Georgia, presente cargos relacionados con las elecciones de 2020 en algún momento de agosto.

Estos casos se pueden trazar según dos ejes: probabilidad de condena y gravedad del delito. Un delito es un delito, pero el caso de Manhattan es relativamente trivial y algunos observadores legales piensan que la teoría jurídica de la fiscalía es dudosa. El caso de los documentos no sólo es muy grave (se refiere a algunos de los materiales más sensibles para la seguridad nacional) sino que los hechos son relativamente sencillos y condenatorios para Trump. El caso del condado de Fulton es grave, ya que afecta a los intentos de subvertir las elecciones, pero también se limita a acciones en Georgia; obstaculizar las probabilidades de que se condene allí es un desafío.

Pero un posible caso federal relacionado con el 6 de enero podría ser el más importante. Las ofensas no podrían ser más graves: Trump buscó frustrar la voluntad de los votantes, primero mediante esquemas legales y políticos y luego, más desesperadamente, por la fuerza. Ningún presidente ha atacado nunca tan directamente las bases de la democracia estadounidense; incluso las fechorías de Nixon palidecen en comparación.

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En términos simples, Trump es obviamente culpable. Todos lo vieron afirmar que había ganado una elección que no ganó. Lo escucharon presionar a funcionarios, incluido Brad Raffensperger de Georgia, para que consiguieran votos para él. Lo escucharon incitar a los disturbios del 6 de enero. Sus acciones fueron tan malas que la Cámara de Representantes lo sometió a juicio político, y una mayoría de senadores, incluidos algunos republicanos, votaron a favor de condenarlo, aunque todavía por debajo de los dos tercios necesarios para una condena.

Sin embargo, algo puede ser claramente cierto en el lenguaje común y aun así resultar difícil o imposible de demostrar ante un jurado. "Usted y yo lo sabemos, no es un secreto, pero demostrarlo más allá de toda duda razonable, en un tribunal de justicia, con pruebas admisibles, en una audiencia impugnada, es mucho más difícil", me dijo anteriormente el ex fiscal federal Paul Rosenzweig. este año. En febrero, Trump publicó un memorando en el que exponía su probable defensa contra cualquier cargo relacionado con el motín. En su declaración de hoy, describió el caso en su contra como “interferencia electoral”, un sorprendente ejemplo de descaro de "soy goma, tú eres pegamento".

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Las sensibilidades políticas también son inevitables. No importa lo que Smith pudiera acusar, sería algo sin precedentes. Trump estaría impugnando los cargos en medio de una elección. Sus abogados ya están tratando de retrasar cualquier juicio en el caso de los documentos más allá de las elecciones de 2024, y si ganara, probablemente podría ordenar al Departamento de Justicia que cierre el caso en su contra.

Todos estos factores significan que nadie puede predecir con seguridad una condena, y mucho menos un encarcelamiento. Pero una carta objetivo relacionada con el 6 de enero sería uno de los primeros pasos concretos para responsabilizar a Trump por sus ofensas contra Estados Unidos.